jueves, 30 de octubre de 2008

Mi vida y la de Carmen

Espero que Tonia no me mate por publicar esto... de hecho ya lo hizo... en su cole.

Autor: Tonia Michelle
Grado: 6 primaria

Nunca olvidaré esos días, aquellos días de tortura en los que Carmen fue mi pareja. Todo comenzó un otoño, un maldecido otoño, en el que la conocí, tenía 17, en ese entonces y ella se sentó a mi lado en el parque y me dijo que tenía mucho frío, estaba lloviendo y yo tenía mi casaca puesta, su cabello castaño estaba mojado y sus ojos café miraban hacia abajo mientras su cuerpo tiritaba, era linda y tenía una cara de niña sola, yo por supuesto le ofrecí mi casaca y así comenzó todo. No llegué a saber que pasó, pero así de la nada Carmen ya estaba pegada a mí, al principio no le tomé mucha importancia ya que, como ya dije, sucedió de la nada. Todo estaba normal hasta que descubrí: las necesidades de Carmen, ella necesitaba muchas cosas, tantas que no puedo hacer una lista ahora pero puedo abreviar un poco, ella necesitaba: tiempo, cariño, halagos, poemas, flores, regalos, ropa, ropa, ropa, etc. etc. y más etc. Sus quejas, sus chillonas y horribles quejas todavía resuenan en mi cabeza: ¡Necesito ropa!¡Dedícame tiempo!¡Nunca me halagas!¡Dedícame un poema! Bla bla bla bla. Sus padres eran otra tortura, pensaban que yo era un mal ejemplo para ella y que era un vago, cada vez que yo la acompañaba a su casa ellos me gritaban y a ella también, pero Carmen nunca les hizo caso. Ella siempre lograba convencerme de algo sea lo que sea, siempre se salía con la suya, no se si por sus ojos café o su carita de niña, pero siempre lo lograba.
Te preguntarás porque después de todo esto no la dejaba sola y me iba a hacer con mi vida lo que quisiera, pero la verdad era que yo ya estaba acostumbrado a ella, enamorado de ella y simplemente no podía dejarla por más que quisiera, se había convertido en un chinche amado que no se despegaba de mí. Así fueron todos los días con Carmen, endemoniados días con Carmen; hasta que a los 18, su familia se mudo a Europa, a España para ser más exactos, ella no quería irse pero sus padres la obligaron, quedé destronado y no supe nada de ella hasta mucho tiempo después, nada fue como antes ya no tenía a quien decirle que la quería, que se callara y que no se fuera, hubiera querido que se quedara mucho más tiempo, mejor dicho para siempre, pero así es la vida y pasé años de años sin ver ni saber nada de Carmen. Ahora estoy feliz, trabajando, soltero, tranquilo y hace un tiempo vi a Carmen con un niño agarrado fuertemente de su mano, como si en cualquier momento se fuera a caer, el tenía pelo castaño y brilloso como el de ella y sus ojos azules miraban cuidadosamente el suelo; se calculaba que tenía de 4 a 5 años, yo la detuve para decirle si me recordaba pero lo único que dijo fue:
-Lo siento pero no te conozco, estoy muy apurada me tengo que ir.
Su voz había cambiado, ahora era delicada y segura, no como la que conocí, quejona y fuerte y ya no tenía esa cara de niña, ahora tenía una cara igualmente linda pero más adulta y madura, el niño castaño brilloso se quedo mirándome agarrado de la mano de su madre que caminaba muy apurada hacia una esquina donde volteó y nunca más volví a ver a esa mujer tan curiosa e incomprensible.
Me quedé impactado, nunca me había sentido así…. Esa mujer que conocí en mi juventud y había sido el diablo de mis sueños no me recordaba, pero a pesar de eso no intenté mucho para que ella pudiera recordar quien era yo, sólo me quedé caminando por la calle confundido, meditando acerca de cómo esto había pasado, pienso que tal vez al irse del país pudo ser más libre y tener un mejor futuro, tal vez nunca debí haber conocido a Carmen, tal vez nunca debí haberme sentado en esa banca, aquella banca por la que pasaba, en aquel parque donde conocí a Carmen, mi querida Carmen.
Este final fue lo mejor para ella pero no se si fue lo mejor para mí ojalá pueda tener un final feliz como el de Carmen pero sin ella.

FIN

2 comentarios:

best_nice dijo...

... todo esta bien mientras el nene no se parezca a ti ...

markín dijo...

Buena narración de tu alumna, de hehco con el tiempo dejará chico a cualquiera, si mantiene ese buen tratao del lenguaje.

Ligero y absorvente.

Y que mayor función en literatura; que la narración, no aburra.

Felicitaciones a ella.

Chau,